Un buen café comienza con un buen cultivo.
Es una tarea desalentadora la de un productor que obtiene de forma constante un café de alta calidad. Comienzas con las semillas. Cuidando tus plantas como tu mayor preciado activo - está el suelo bien, están protegidas del sol, obtienen suficiente humedad y nutrientes, etc. Esperas años para que las semillas crezcan y se conviertan en árboles que den frutos. E incluso cuando obtienes buenas cerezas, no tienes la certeza de que obtendrás granos de alta calidad. Cómo clasifiques tu café, cómo lo seques, cómo lo proceses, limpies, empaquetes y transportes, todo importa.
Es un trabajo duro. Apenas merece la pena el esfuerzo si eres un productor en Africa y aún así millones de pequeños propietarios dependen de ello para conseguir cubrir sus gastos como la escuela o el seguro médico. Al final, en la mayoría de los casos tu café es considerado como una commodity. Tu nombre y tu historia se pierden, los agricultores contribuyen con sus cerezas a un lote de forma anónima, permaneces como un productor desconocido sin saber dónde fue a parar tu café.
Almacena apoya a los productores a superar las barreras estructurales y la falta de conocimiento existente en la cadena de aprovisionamiento y conseguir ser visibles a los compradores finales. Queremos que el trabajo duro y la dedicación sean reconocidos y los productores sean conocidos y remunerados por aportar café de calidad al mercado y por cuidar de sus comunidades. Aquí pueden tener una idea de lo que los compradores pueden obtener en Almacena como información sobre el café a través de nuestras etiquetas NFC y códigos QR. También rastreamos el impacto en las comunidades para asegurarnos que recompensamos a los productores sostenibles y que impactan con beneficios e incentivos extra.
Cada café tiene una historia y tu puedes ser parte de ella.
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